Era una noche negra
¡qué grande tormenta había!
las puertas y las ventanas
todas, todas se movían.
El viento soplaba fuera
los árboles azotaban
aquí sentada en la hoguera
las historias se contaban.
Un grupo de peregrinos
que a Santiago se dirigen
han parado el camino
por la tormenta que dije.
Llovía con mucha fuerza
no paraba de llover
uno dijo: ―Esta noche
muy mala parece ser.
AMOR