Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
We gebruiken cookies om:
De website vlot te laten werken, de beveiliging te verbeteren en fraude te voorkomen
Inzicht te krijgen in het gebruik van de website, om zo de inhoud en functionaliteiten ervan te verbeteren
Je op externe platformen de meest relevante advertenties te kunnen tonen
Je cookievoorkeuren
Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Wil je zeker zijn dat je cadeautjes op tijd onder de kerstboom liggen? Onze winkels ontvangen jou met open armen. Nu met extra openingsuren op zondag!
Afhalen na 1 uur in een winkel met voorraad
Gratis thuislevering in België vanaf € 30
Ruim aanbod met 7 miljoen producten
Wil je zeker zijn dat je cadeautjes op tijd onder de kerstboom liggen? Onze winkels ontvangen jou met open armen. Nu met extra openingsuren op zondag!
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
La trayectoria vital e intelectual de Angela Davis se enmarca en la tradición estadounidense de la resistencia civil, que nace con las revueltas de los primeros africanos trasladados por la fuerza al hemisferio occidental. Como tantos militantes que pusieron en cuestión la legitimidad de las leyes del Estado, ha sido perseguida, encarcelada y difamada. En 1970, cuando saltó a la escena pública internacional al ser incluida entre los criminales más buscados por el FBI, se la presentó como una revolucionaria violenta y «enemiga del Estado. En realidad, era una ciudadana consciente, que participaba en la organización de un movimiento cuyo objetivo era lograr la inconstitucionalidad de la pena de muerte y la liberación de los presos políticos. Profesora de Filosofía en la Universidad de California en Los Ángeles, nunca ocultó su pertenencia al Partido Comunista, convencida de que el activismo político no era incompatible con ser una educadora eficiente. Pero en 1969 Ronald Reagan, gobernador de California, preparaba su candidatura a la Casa Blanca y necesitaba demostrar a los conservadores que era capaz de aplastar a los activistas de izquierdas 'especialmente a los negros, muy implicados en la reivindicación de sus derechos civiles'. En consecuencia, forzó la expulsión de la joven profesora, un suceso que resultaría mucho más mediático de lo previsto. Al recibir la noticia de su destitución, Angela Davis decidió continuar impartiendo sus clases al aire libre. A sus estudiantes habituales, se sumaron entonces cientos de otras disciplinas, que manifestaron su repulsa a lo que consideraban un despido injusto. Finalmente, fue readmitida. Sin embargo, empezó a recibir cartas injuriosas y amenazas de muerte. Una de las dos armas que adquirió para defenderse, desencadenaría su persecución por parte del FBI. Como activista en favor de los derechos de los presos y contra la pena de muerte, formó parte de la defensa de Soledad Brothers, tres reclusos de la prisión californiana de Soledad acusados de promover huelgas y revueltas, en una de las cuales fallecieron dos presidiarios y un vigilante. El Estado pedía para ellos la pena capital. George Jackson, que llevaba diez años entre rejas por asalto a una gasolinera (70 dólares de botín), se hizo marxista, integrante del Black Panther Party y escritor. En uno de sus libros 'Soledad Brother: The Prison Letters of George Jackson (1970)[1]', incluyó la correspondencia mantenida con la profesora universitaria. La visibilidad de Angela en la causa de los Hermanos Soledad y su acercamiento a los Black Panthers, desencadenaron su expulsión definitiva de la universidad («Me había convertido en un símbolo a destruir). [...]