Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Imaginemos a Sócrates, Aristóteles, Nietzsche, Pascal u otros filósofos en la línea de salida de una gran carrera. Sigamos su preparación hacia el Tour de Francia, la prueba ciclista más prestigiosa del mundo a la que han sido invitados. Compartamos sus preguntas, dudas, discusiones. Reflexionemos a su lado. Pedaleemos con estos divertidos deportistas, estos filósofos-ciclistas, estos ciclósofos, como les llama Guillaume Martin. Se dice que están dotados de una poción mágica: su inteligencia. ¿Podrán así conquistar el codiciado maillot amarillo? "En Sócrates en bicicleta, Martin nos abre las puertas de la imaginación para introducirnos en el mundo del ciclismo y hacernos reflexionar. El ensayo se mezcla con la ficción, la fábula con las meditaciones más profundas. Nietzsche entrenando con valentía, ilustres filósofos escalando puertos junto a los grandes campeones, Heidegger cayendo en una zanja, Sócrates tomando la delantera del pelotón o incluso Sartre dirigiendo la selección francesa... Una fantasía filosófica cuyo objetivo es borrar muchos tópicos asociados a los deportistas, demostrando que el esfuerzo físico de alto nivel no es enemigo de la actividad intelectual, y que la cabeza y las piernas no tienen por qué ir por separado. Porque, como acertadamente nos recuerda Bergson, ?debemos pensar como hombres de acción y actuar como hombres de pensamiento?.