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SÍJamie Goldberg no tiene ningún problema en serávoluntario para el candidato a senador de su Estado,ásiempre y cuando le permitan estar alejado del centroáde atención. Cuando se trata de hablar con extrañosá(o, admitámoslo, cuando se trata de hablar conácualquiera), Jamie es el peor. No hay manera de queállame a las puertas de las casas para pedir el voto de laágente... hasta que conoce a Maya.NOMaya Rehman está viviendo el peor ramadánáde su vida. Su mejor amiga está muy ocupada comoápara quedar con ella, su viaje de verano se haácancelado y ahora sus padres se están separando.áTampoco entiende por qué su madre cree que laásolución a sus problemas es hacer campaña política conáun chico torpe al que apenas conoce.TAL VEZIr de puerta en puerta no es exactamente glamuroso,ápero tal vez no sea lo peor del mundo. Al fin y alácabo, las elecciones se están acercando... igual queáMaya y Jamie. Dominar el activismo local es una cosa;ánavegar por el romance intercultural del siglo es otraácompletamente distinta.