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Pietro Bembo (1470-1547) nació en Venecia en el seno de una familia perteneciente a la aristocracia. Su padre, prestigioso diplomático, bibliófilo y coleccionista de arte, mantuvo estrecho contacto con figuras destacadas del humanismo italiano, lo que permitió al autor entrar desde muy temprano en contacto con el mundo de la cultura y de la aristocracia. La obra poética y teórica de Bembo fue ampliamente conocida y seguida en España. Su influencia en las «Anotaciones» de Fernando de Herrera es clara y directa. Las «Prosas de la lengua vulgar» son uno de esos grandes textos fundacionales, que representan uno de los pilares de la historia de la literatura. Los literatos de todos los tiempos han acudido a esta obra de forma habitual y constante. La trascendencia de la obra bembiana superó las barreras de su país de origen y llenó los cauces de la literatura española en un momento de evolución decisivo para su desarrollo futuro. En la necesidad de una codificación de la lengua poética, las «Prosas de la lengua vulgar» venían a ofrecer un bagaje preceptístico que buscaba en los clásicos el modelo para fijar una lengua poética que perdurara a lo largo de los siglos.