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Se efectúa un amplio recorrido sobre la crisis del principio de reserva de la ley tributaria, analizando los diversos factores que han contribuido a ello, tanto internos como externos, examinándose entre estos últimos el fenómeno de la integración europea, con sus normas y pseudo normas, que han reducido considerablemente el poder de los Parlamentos internos; y también la cuestión de la globalización económica, que ha propiciado el auge y desarrollo de la competencia fiscal perniciosa entre Estados. Fruto de todo ello ha sido la proliferación desordenada de normas, carentes de técnica legislativa, que se ha traducido en una grave situación de falta de certeza y de seguridad jurídica. Derivadas de todas estas situaciones nos encontramos, asimismo, con el escaso rigor con el que viene aplicando otros principios tributarios de índole sustantiva, como los de capacidad económica, igualdad, generalidad, progresividad y no confiscación. Se analizan, por último, las actuaciones de los órganos que debieran ser los guardianes de las esencias de tales principios, poniéndose de relieve que ninguno de ellos: ni la Administración, ni el Tribunal Constitucional, ni el Poder Judicial, han tenido en España una conducta merecedora de elogios, sino, por el contrario, bastante desacertada y plagada de incoherencias.