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Hace más de ciento cincuenta años que los estudios sobre el patrimonio arqueológico abandonaron sus ámbitos primigenios, el coleccionismo y el anticuarismo, por su faceta actual, netamente científica, a caballo entre las ciencias humanas y positivas. Este cambio se sintetizó en la principal diferencia de sus objetivos: de admirar y contemplar la belleza de las antigüedades se pasó a explicarlas y describirlas y, a través de ellas, a comprender las sociedades del pasado. Los importantes vestigios arqueológicos exhumados permiten a Nertobriga erigirse en paradigma con el que comprender la trascendencia de dichos cambios. Conocida desde tiempos inmemoriales por la rotundidad de su nombre celta y por los testimonios de los autores greco-latinos referidos a su conquista y a su localización geográfica, así como por la mención de algunos de sus naturales enrolados en unidades legionarias destacadas en el limes germano, Nertobriga está localizada en la Sierra del Coto (en los aledaños de la localidad pacense de Fregenal de la Sierra, Badajoz) y ha sido objeto de continuos saqueos, rebuscas y exploraciones con ribetes de cientifismo. Lo que el lector tiene entre sus manos es un denso y profundo estudio que sintetiza los conocimientos que sobre la Nertobriga anhelada por anticuarios y coleccionistas se tiene en la actualidad. A ello contribuyen, en gran medida, los resultados de las intervenciones arqueológicas conducidas por los autores de la monografía. De su lectura se colige que estamos en presencia de uno de los más destacados yacimientos arqueológicos de la Hispania Antigua. A pesar de la importancia de las exploraciones arqueológicas decimonónicas (en lo que a superficie explorada y restos muebles recuperados se refiere), no será hasta finales del pasado siglo cuando comience su estudio científico, primero con el levantamiento planimétrico de los restos que salpicaban el yacimiento y, poco más tarde, con una intervención arqueológica limitada pero bien elocuente y reveladora, en 1987. En los capítulos en que se articula la obra se aborda el estudio del entorno geográfico, se analiza la historiografía generada desde el siglo xvi a nuestros días y se exponen los resultados de los trabajos realizados en el yacimiento entre 1987 y 2011. Entre esos resultados cabe destacar la delimitación de los recintos fortificados y la ubicación en su interior de los restos arqueológicos aparecidos con anterioridad a las referidas intervenciones. La excavación en extensión de gran parte del foro permitió, asimismo, el notable hallazgo de dos templos geminados de época altoimperial, construidos sobre una preexistente edificación asociada a un altar fundacional de la ciudad romana. Y, con todo, se ha podido establecer, igualmente, una precisa diacronía del yacimiento, con fases anteriores y posteriores a la ocupación romana, que abarcan desde un momento indeterminado entre la Edad del Bronce e inicios de la Edad del Hierro, hasta el período andalusí, fase esta no documentada hasta el presente y prolongada hasta el siglo XIII.