Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
We gebruiken cookies om:
De website vlot te laten werken, de beveiliging te verbeteren en fraude te voorkomen
Inzicht te krijgen in het gebruik van de website, om zo de inhoud en functionaliteiten ervan te verbeteren
Je op externe platformen de meest relevante advertenties te kunnen tonen
Je cookievoorkeuren
Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Por primera vez en castellano la narrativa completa de Dorothy Parker, una señora que supo vivir y escribir a la altura de su talento. Dorothy Parker escribió una vez que lo suyo era tomarse un Martini, dos como mucho. Después del tercero, ya estaba debajo de la mesa, y al cuarto... debajo de su anfitrión. Con esas premisas, y haciendo gala de un humor que arañaba los buenos hábitos de la burguesía de entonces, cabe entender que la misma Dorothy se convirtiese en personaje, y que su obra se leyera a menudo como la alegre guarnición de una vida dedicada al chiste ingenioso. Los años fueron pasando, y el tiempo ha revelado que esta protagonista indiscutible de las tertulias más animadas del Nueva York de entreguerras, esposa infiel y amante solícita, fue además una escritora de primer orden, capaz de resumir en pocas páginas la hipocresía de una sociedad que crecía a la sombra de un dinero recién estrenado y de unas costumbres que se caían de viejas. Así lo muestran las mujeres y los hombres que deambulan por sus cuentos, seres patéticos que lloran en habitaciones exquisitamente decoradas, flirtean con un empeño digno de mejores causas, o ríen sin ganas en la barra de un bar para olvidar que alguna vez fueron felices. Es más, basta con acercarnos un poco a esas parejas desesperadas y tiernas para darnos cuenta de que la prosa de Dorothy Parker no ha muerto. Al contrario, su protesta es más actual que nunca, su sonrisa aún nos acompaña, su amor por Nueva York cala hondo, y su ironía es el mejor de los regalos en una época de tanta perplejidad. La crítica ha dicho:«Un acontecimiento literario para aquellos lectores españoles capaces de disfrutar sentándose a leer un buen cuento (sé que son muchos y muy exigentes y, hélas, rara vez bien servidos). [...] Dorothy Parker percibió como ninguna otra escritora antes el poder letal del engaño, de la mentira, de las palabras que no dicen lo que dicen y lo contó, con humor y sarcasmo en su juventud, con dolor y compasión en su madurez.»Ana Becciu, Babelia «El alcohol está tan presente en los relatos que una tiene la impresión de acabar intoxicada tras la lectura de algunos de ellos; pocos escritores han narrado con tal maestría la progresión del efecto de las copas en un diálogo. [...] Parker define un Nueva York ya extinguido que de vez en cuando revive fantasmal en la barra de algunos bares.»Elvira Lindo, El País «La escritora neoyorquina por antonomasia, la primera mujer en contar, con ironía y refinamiento, la vida de esa ciudad que se iba convirtiendo en la capital del mundo, [...] cuyo ingenio, sarcasmo y humor cáustico no perdonaban a nada ni a nadie.»Lourdes Ventura, El Cultural «La mordaz reina de los intelectuales y el ingenio sofisticado tenía una pulsión tanática que jamás escondió en su obra. Muchos de sus relatos albergan pistas de esa desesperanza íntima y ese anhelo de muerte: [...] Parker no solo está radiografiando a una sociedad sin rumbo, sino a su infierno personal, también en entreguerras.»Bárbara Ayuso, Jot Down «Se las arregló para expresar sus sentimientos más auténticos en párrafos que se rompen en pedazos y a la vez brillan como un bolso de Chanel.»Peter Ackroyd, The Times «Tanto en sus escritos como en persona, la señorita Parker brillaba con una palabra o una frase. [...] Su ingenio era aguzado como un estoque.»Alden Whitman, The New York Times «La posterioridad ha obrado en favor de una autora que, al menos en lo que a la sensibilidad femenina se refiere, fue una auténtica visionaria.»El Mundo «Los cuentos de Dorothy Parker no caducan nunca.»Lluís Moral, Cataluña Radio