Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Una mentira sobre el pasado es reconfortante, confirma sensaciones sobre las cuales -de otro modo- se sentiría vergüenza, y fija puntos de referencia tranquilizadores, sin importar si son verdaderos o falsos. Destruir una patraña de carácter histórico, entonces, tiene dos efectos: el primero es corregir el conjunto de informaciones sobre el pasado que se utilizan para construir la propia memoria individual y colectiva; un uso que llamaremos "neutro", o como mucho "reparador. El segundo efecto, más difícil de conseguir, es el de destruir las certezas y presuntos datos reales en quien escucha; fenómeno peligroso que puede crear un muro de incomunicación. No se destruye impunemente una certeza. Por ello, el trabajo de deconstrucción de falsedades históricas es, a menudo, poco útil para hacer cambiar de actitud a los difusores de estas noticias. Pero es un trabajo que se lleva adelante para circunscribir el ámbito de difusión de noticias falsas que envenenan la memoria, y a través de ella, la percepción del presente. Desmentir una mentira que circula por Internet puede no servir para hacer cambiar la idea a qui