Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
«No recuerdo la génesis de I Remember, pero desde el momento en que Joe Brainard enseñó la primera versión a los amigos, cuando la leyó en público, todo el mundo se dio cuenta al instante de que había dado con algo maravilloso, y muchos de nosotros nos preguntamos cómo no se nos había ocurrido una idea tan evidente. La originalidad de Joe radicaba en la frescura con la que miraba las cosas.» RON PADGETT «Brainard utiliza una de las herramientas poéticas más antiguas y familiares, la lista (de la Biblia, de Whitman, del intento de los surrealistas por hacer una nueva), y lo casa con una manía por las trivialidades de lo más personal, y funciona.» THE WASHINGTON POST Joe Brainard era tan polifacético que él mismo parecía uno de sus propios collages. Más conocido como artista que como escritor, su inclasificable libro Me acuerdo se consideró una obra excepcional desde su irrupción en 1970 en el panorama literario de Estados Unidos. Su impacto fue tal que, años después, Georges Perec escribió su Je me souviens bajo el modelo de Brainard, y se lo dedicó a éste. La fórmula es tan simple que escritores como Ron Padgett, poeta y gran amigo de Brainard, se preguntaron: «¿Por qué no se nos habrá ocurrido a nosotros una idea tan elemental?». Su original forma, basada en una repetición casi de mantra, recoge más de mil evocaciones que empiezan con las palabras «Me acuerdo». Se trata de frases, en su mayoría breves, que activan un resorte en la mente al rescatar imágenes con las que han crecido varias generaciones de todo el mundo. Una entrañable mirada a lo más íntimo de la vida de Brainard y un retrato de la cultura y del imaginario popular del Estados Unidos de los cuarenta y los cincuenta.