Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
We gebruiken cookies om:
De website vlot te laten werken, de beveiliging te verbeteren en fraude te voorkomen
Inzicht te krijgen in het gebruik van de website, om zo de inhoud en functionaliteiten ervan te verbeteren
Je op externe platformen de meest relevante advertenties te kunnen tonen
Je cookievoorkeuren
Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
El loro habla. Pero antes de hablar, absorbe palabras. Selecciona las que más le han gustado, las repasa con sus plumas y las suelta. Quiere emular. El resultado se parece a lo ya dicho, pero resulta extraño. El loro escucha mucho y habla poco. Miles y miles de palabras pasan por sus oídos. Unas pocas quedan en el tamiz de su mente. El tamiz aquí es la página. El loro no canta, habla. Habla con voz de profeta, con voz de bufón. No teme el lenguaje. El loro se siente muy cerca de las palabras. No se le ocurre que le pueden traicionar. Les tiene fe. Las palabras del loro llevan preguntas, certezas. Hasta chistes, como los que cuenta el loro entre los barrotes de su jaula.aron Occidente para siempre, pues impregnan hoy casi cada faceta de nuestra cultura.la guerra y Cómo encontré al autor de mi necrológica, ahora ofrecemos al público, por primera vez en castellano, el que hubiera sido el primer volumen de su obra completa, que incluye los cuentos escritos antes de la Gran Guerra con la muerte, podremos ver cómo se transforma su visión del territorio y la gente que lo habita. Todo ello en el marco de una de las batallas menos conocidas, pero no por eso menos importantes, de la guerra de Independencia americana.professió fins que va decidir abandonar-la per dedicar-se a lÆescriptura. A partir del 1921, any en què es va instal·lar a Moscou, va col·laborar en diversos diaris i va començar la seva carrera dÆescriptor. Va patir una censura sistemàtica per part de Stalin, per. va continuar traduint i escrivint teatre i literatura sotmès a una gran penúria i a unes dificultats extremes fins al final dels seus dies. Entre les seves obres, destaquen La guàrdia blanca, Cor de gos i El mestre i Margarida.«Bulgàkov és un conspirador contra el llenguatge.» Boris Groys«La seva genialitat és que la seva energia sat¡rica i les seves provocacions són tan multidireccionals que, molts anys i molts canvis de règim després, encara sembla recentment desafiant.» The Guardian«Sarcàstic i mordaç, genial.» Núvoloja luz sobre nuestro mundo».ù Yolanda D¡az«Un manifiesto tiene fuerza no porque es prescriptivo de lo que deber¡a suceder, sino porque reúne una serie de elementos que, puestos en conjunto, comprueban la existencia de ese mundo novedoso, pero ya existente.»ù Veronica Gago «Mientras que la mayor¡a de los trabajos teóricos del pasado son ahora letra muerta, las vibrantes frases de Marx y Engels seguirán sacudiendo e iluminando el próximo siglo.ù Hans Magnus Enzensberger«[El manifiesto es] un texto formidable que sabe alternar tonos apocal¡pticos e iron¡a, eslóganes eficaces y explicaciones claras, y (si la sociedad capitalista quiere realmente contarse a s¡ misma los disgustos que le han causado estas pocas páginas) todav¡a hoy deber¡a analizarse rigurosamente en las escuelas de publicidad». ù Umberto EcoPero solo una obra inmensa -que aún tiene mucho que decirnos 150 años después- podr¡a invitar a este tipo de escrutinio cr¡tico. Nada podr¡a dar un testimonio más convincente de la genialidad de El manifiesto que la energ¡a que se ha gastado en atacarlo.öù Ellen Meiksins Wood