Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
La Tierra no es perfectamente redonda, pero la circunferencia creada por los hombres sí lo es. Lo malo es que cuando intentaban medir esa circunferencia inventada con su diámetro, salía un número irracional, un número desconcertante, el número pi. Otros conceptos ideales creados también por los hombres, como la simetría, la ortodoxia, la unanimidad, el orden o la belleza pueden derivar también en consecuencias irracionales, indeseadas, injustas y dañinas. Este libro reivindica, pues, las ventajas de una cierta asimetría, una cierta heterodoxia, un cierto disenso o de imperfección, como las que lucen las hojas de los olmos en su hechura imperfecta. La perfección, el orden, la disciplina e incluso la ortodoxia, nos dice el autor, no deben perseguirse a cualquier precio ni a cualquier coste, porque una cierta imperfección, un poco de desorden o de heterodoxia pueden ser saludables y también hermosos. Un libro atravesado por una aguda ironía que lo convierte en una lectura tan deliciosa como amena