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En 1655 Oliverio Cromwell envió una flota compuesta por cincuenta y siete navíos de guerra con nueve mil doscientos soldados y marinos, encabezada por el almirante William Penn y el general Robert Venables, para incorporar la isla Española al reino inglés. Para esa época en la isla, perteneciente en su totalidad a España, apenas había seis mil ciento setenta y nueve personas adultas, por lo que el ejército inglés excedía su población. La ciudad de Santo Domingo no pasaba de tres mil habitantes, incluyendo esclavos y niños. El ejército español no pasaba de quinientos soldados más cuatrocientos lanceros criollos, expertos en matar vacas, quienes acudieron a luchar desde toda la isla. Sin embargo, después de veintidós días los ingleses fueron derrotados y partieron hacia Jamaica, isla que devino en colonia inglesa durante más de trescientos años. Hasta la fecha el porqué de esa extraordinaria victoria de españoles y criollos, que permitió que la parte este se mantuviese bajo dominio español, y no inglés, y que también permitió que indirectamente surgiese Haití como colonia francesa y luego nación, tan solo había sido estudiado por los historiadores dominicanos tomando como base exclusivamente documentos españoles. En esta obra se ha incorporado la rica documentación británica que explica las causas del vergonzoso fracaso de los ingleses. Falta de agua, comida y licor, soldados en exceso y mal entrenados, la rivalidad entre Penn y Venables, armamentos deficientes y poca información de inteligencia, explican la derrota, pero solo parcialmente, pues había que agregar la valentía de los lanceros criollos y hasta el papel de los cangrejos. De haber los ingleses vencido, y dada su superioridad naval sobre España y Francia durante los siglos XVII y XVIII, la isla entera hubiese sido colonia inglesa hasta mediados del siglo XX, cuando las Antillas angloparlantes obtuvieron su independencia. Consecuentemente, la victoria de los criollos y españoles sobre un ejército diez veces superior, decidió el futuro de la isla entera.