Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
De la imaginación del polifacético artista Alejandro Jodorowsky e ilustrada por el maestro Juan Giménez, nos llega este cómic que relata la trágica y dramática leyenda de los Metabarones. Esta serie nos muestra un mundo donde la fantasía y la ciencia ficción se mezclan para construir el escenario perfecto para un épico relato de parricidio, destino, incesto y sangre, en la más pura tradición de las tragedias griegas. La casta de los Metabarones cuenta la leyenda de Othon, ghnar, Cabeza de Hierro, Aghora y el Metabarón in Nombre, cinco generaciones de guerreros condenados a ser deformados o heridos por el padre que los ha de entrenar (y les ha de emplazar la parte dañada con un implante cibernético), del mismo modo que están condenados a matar a su padre como la prueba ritual necesaria para convertirse en el nuevo Metabarón, rey y mercenario. Este linaje de guerreros invencibles vive en un planeta que encierra un gran secreto: la epifita, una sustancia capaz de despojar de gravedad a cualquier objeto, por grande que sea. Un accidente desencadena los acontecimientos, y el secreto habrá de ser vendido al imperio. Brutales ritos de iniciación, actitudes moralmente más que discutibles y multitud de subtramas desfilarán ante nuestros ojos mientras disfrutamos de las fantásticas recreaciones de Juan Giménez, que se superponen a los delirios metafísicos de su guionista para deleitarnos con su buen hacer.