Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Caitlin Doughty tenía poco más de veinte años y un diploma reciente en Historia medieval cuando aceptó un trabajo en un crematorio. Un trabajo como cualquier otro, sobre todo si desde siempre has sentido cierta atracción por lo macabro. Y lo que iba a ser algo temporal acabó convirtiéndose no solo en el trabajo de su vida, sino en una forma de comprender -y reírse- de la muerte.Este insólito libro nos sumerge en la hermética cultura de quienes cuidan de los difuntos para dejarnos escenas inolvidables y datos que nunca creímos que podíamos conocer: ¿un cadáver puede contagiarnos una enfermedad? ¿Cuántos cuerpos caben en una furgoneta? ¿Qué aspecto tiene una calavera en llamas? Rodeada de cadáveres que han llegado allí por las más diversas causas, Doughty nos conduce a través del mundo de los muertos para contarnos cómo barría las cenizas de las máquinas (y a veces sobre su ropa), la secreta historia de la cremación y la inhumación, e incluso nos ilustra acerca de las prácticas funerarias de diferentes culturas.Honesto y sincero, autocrítico y cómicamente irónico, Caitlin Doughty convierte un tema tabú como la muerte en algo corriente y, por extraño que parezca, fascinante.