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Dice el Diccionario de la RAE que «hablar en cristiano» es «expresarse en términos llanos y fácilmente comprensibles, o en la lengua que todos entienden». Eso es lo que pretende hacer en esta obra el reconocido exegeta Marcus J. Borg. En efecto, la tesis central del libro es que el lenguaje cristiano, en muchos aspectos, ha quedado caduco y no expresa aquello que quería decir en sus orígenes. Por eso es imprescindible que palabras o expresiones como «salvación», «salvado», «sacrificio», «redentor», «redención», «bondad», «arrepentimiento», «misericordia», «pecado», «perdón», «renacer», «segunda venida», «Dios», «Jesús», «Biblia», y colecciones de palabras como los credos, la oración del Señor y las liturgias, vuelvan a adoptar sus significados tradicionales y originales, en gran parte distorsionados por determinadas concepciones teológicas. Para el autor, un enfoque literalista de la Escritura y la interpretación del lenguaje cristiano dentro de un contexto común de cristianismo de «cielo-infierno» serían las principales causas de esa «corrupción» del sentido original de los textos y las palabras.Una obra que sin duda resultará provocadora en algunos de sus desarrollos, pero que ciertamente tendrá la virtud de incitar al debate y estimular la profundización.