Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Imaginemos a un autor capaz de vivir cien años y de publicar noventa obras entre poesía, prosa, ensayo político, guion y teatro. Imaginemos que ha escrito Canción de cuna, uno de los textos más representados de su época, llevado al cine en más de una ocasión. Imaginemos que se enamora de la música y da a luz libretos como El amor brujo, El sombrero de tres picos, Margot o Las golondrinas. Imaginémoslo escribiendo mano a mano con Marquina, Arniches, Turina y Falla, convirtiéndose en parlamentario, alzando su voz por la igualdad, fundando una revista con Juan Ramón Jiménez. ¿No sería uno de los autores españoles más importantes del siglo XX? Ahora imaginemos que también fue capaz de mantener su nombre siempre oculto pero que sí dejó un esmerado rastro de cartas y una autobiografía, quizás, para que llegara hasta nuestros días. Esta obra ha seguido ese camino de baldosas amarillas para darle rostro, voz, sexo y nombre a María Lejárraga. En escena, una sola mujer rodeada de los célebres hombres que protagonizaron su vida, que firmaron sus obras.