Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Desde la publicación en 1947 de la clásica obra de José María March sobre la "Niñez y juventud de Felipe II", no se había abordado la educación del monarca español ni con la amplitud, ni con la perspectiva innovadora con que se retoma ahora esa cuestión en "La educación de un 'felicísimo príncipe' (1527-1545)". José Luis Gonzalo Sánchez-Molero ha volcado décadas de trabajo y reflexión en esta obra -cuyos orígenes se remontan hasta su tesis doctoral-, en la que ha reconstruido con gran detalle los contenidos, los anhelos y los objetivos que se conjugaron en la educación del Rey Prudente. Para ello ha recurrido al manejo de dos tipos de fuentes principales: las archivísticas, con la búsqueda casi exhaustiva de documentación inédita en los principales archivos españoles; y las bibliográficas, localizando los más de cuatrocientos libros que fueron comprados o regalados al futuro rey para su educación, que actualmente se conservan en su mayor parte en la Biblioteca de El Escorial. Concebido cada uno de estos volúmenes como un testimonio histórico relevante, el conjunto conforma una visión actualizada y enriquecida de la pedagogía cortesana de la época, ofreciendo al lector el sorprendente retrato de un joven príncipe Felipe educado en los principios humanísticos del erasmismo y de la política conciliadora de Carlos v. Un perfil que resulta muy diferente al que luego, como rey, representó.