Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Como si ser la única chica en un equipo de fútbol americano de la universidad no fuese lo bastante duro, el entrenador tuvo que asignarme a Zeke Collins como compañero de habitación.Un deportista engreído y el mejor amigo de mi hermano, el cual debería haber perdido ese título hace años. Es tan exasperante como sexy, eso no lo puedo negar.Lo odio, y por una buena razón; razón que nunca dejaré que olvide.Se cree que por habernos criado juntos tiene que protegerme, pero lo único que hace es entrometerse en mi camino, hacerme parecer débil y cabrearme aún más.Le digo que puedo arreglármelas sola, y me empeño en hacérselo entender a él y al resto de la nación que observa a la única chica que juega al fútbol americano en la universidad.La presión no me afecta. ¿Qué se fijen en mí? Estoy preparada.¿Pero compartir unas paredes muy delgadas con Zeke Collins? No estaba preparada para eso.Y cuanto más nos obligan a estar juntos, más difícil es distinguir la delgada línea que separa el odio y la atracción.