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«Ètica» y «empresa» parecen habitualmente términos contrapuestos, como si llevar adelante una empresa implicara arrumbar necesariamente toda suerte de valores morales, o como si, desde la perspectiva contraria, vivir moralmente nos exigiera evitar cualquier contacto con el mundo del negocio. Es correcto este prejuicio tan extendido? ¿No descansa en un modo inadecuado de entender tanto la ética como la empresa? Así parece, porque diversas experiencias muestran que las empresas que sobreviven y logran mejores resultados son precisamente aquellas que también han incorporado en su quehacer cotidiano un conjunto de valores morales; valores que componen un nuevo modo de entender la empresa, una nueva cultura empresarial. La razón de esta necesidad de valores no es difícil de sospechar: las empresas cobran sentido y legitimidad social al prestar sus servicios del modo que reclama la sociedad de nuestro tiempo, y si no se atienen a él, si no cumplen lo éticamente exigido, pierden toda credibilidad y legitimidad. «Ètica de la empresa» intenta ofrecer los rasgos de una nueva cultura de la empresa, situada en el nivel ético propio de las sociedades democráticas, que es -creemos- un nivel dialógico. Desde él se ocupa en diseñar una ética económica, de la empresa y de la dirección, y también una asesoría ética; aportando, por otra parte, una nutrida bibliografía sobre este novedoso ámbito y una relación de los centros en que actualmente se trabaja sobre él. Esta obra, que pretende abundar en una cultura de la cooperación como debe serlo la empresarial, es sin duda ella misma resultado de un esfuerzo cooperativo: fruto de la experiencia interdisciplinar aportada por empresarios y profesionales del mundo de la universidad, ha sido elaborada conjuntamente por cuantos en ella colaboran: A. Cortina, J. Conill, A. Domingo Moratalla y V. D. García Marzá.