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Decir Zamora, Iríbar, Arconada, Yashine, Banks o Kahn y aparecer la imagen de un hombre con el uno en la espalda de un jersey y situado bajo los palos del objetivo de un campo de fútbol, la portería, es todo uno. Sin embargo también podemos decir Conan Doyle, Kapucinscky, Camus, Montherlant, Chillida, Niels Bohr o Aziz Sancar, Pavarotti, Julio Iglesias o «Lolek» Wojtila y seguimos hablando de lo mismo. Unos y otros fueron guardametas y todos gozaron del dulce sueño de juventud; unos y otros, célebres todos, formaron en el selecto batallón de los héroes bajo los palos. Sin embargo la lista no tiene fin y tan arqueros son esta punta de selectos como el batallón de anónimos, con sus circunstancias, sus méritos, sus desgracias, sus formas, sus colores, sus apodos, sus manías, sus glorias y sus fracasos. Pero cada uno de ellos fue especial por llevar a fuego sobre la piel de su espinazo esa breve marca vertical reveladora de que fueron los «número uno» del fútbol.Javier Sanz es Académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, profesor en la Unidad de Historia de la Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y autor de unos cuarenta libros. Pero así que pasan los años sigue volviendo la cabeza para recrearse en los días de juventud, cuando lucía el número uno del Club Deportivo Sigüenza, el «Depor», que defendió muchos años. Anotó en blanco y negro, después en color, gestas, usos y costumbres de quienes, como él, volaban para detener aquella badana con diseño de obús. Con la agudeza que permite el telescopio que analiza el planeta fútbol observó a aquellos hombres de una pieza que profesaron los votos como él, aunque en un estadio de cien mil voces, del mejor de los destinos humanos: el de guardameta. Y firmó la columna periodística «La Red» en el semanario deportivo DXT, sobre la circunstancia del arquero, única en el periodismo deportivo hasta la fecha con semejante especificidad. Miguel Pardeza Pichardo. Nacido en La Palma del Condado (Huelva), fue futbolista profesional en los años ochenta y noventa. Mientras desarrollaba su carrera, realizó estudios de Derecho y se licenció en Filología Hispánica en la Universidad de Zaragoza. En 2016 publicó su primera novela,áTorneo, que ganó el premioáPanenkaáal mejor libro del año, y en 2020 en este mismo sello su segunda obra de ficción,áAngelópolis.