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«Todo el mundo lo sabe: el gato es un animal libre, el gato escoge a su amo antes de que el amo llegue a elegir al gato.» ¿Cuántos hombres y mujeres de letras reconocen en el gato el mismo gusto por la libertad de los autores de todos los tiempos y se identifican con el pequeño felino? La asimilación del escritor con el gato es un clásico en literatura. La libertad no tiene precio para los artistas. Nos llueven los ejemplos; y algunos de los más interesantes se encuentran en este libro. «Adoro la manera que tienen los gatos de estar mitad dentro, mitad fuera, a la vez salvajes y domésticos, porque yo misma soy una salvaje domesticada. O, más bien, estoy domesticada mientras la puerta esté abierta», escribió una prestigiosa novelista inglesa. Si un artista no supiera cómo convertirse en un hombre o una mujer libre, el gato podría servirle de ejemplo.