Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Este libro narra cinco historias inspiradas en la pintora Maruja Mallo, las poetas Ernestina de Champourcin y Josefina de la Torre, la bailarina Tórtola Valencia y la escultora e ilustradora Marga Gil. Todas ellas fueron creadoras españolas valientes y sinsombreristas que con su obra y actitud vital desafiaron en la primera mitad del siglo XX los prejuicios contra las mujeres artistas, construyendo puentes hacia una sociedad más libre e igualitaria. Carolina Corvillo es la guionista que da vida a estas historias, cada una de ellas llevada a cabo por una ilustradora diferente.Maruja Mallo: "Todo el mundo llevaba sombrero, era algo así como un pronóstico de diferencia social, pero un buen día a Federico [García Lorca], a Dalí, a Margarita Manso, otra estudiante, y a mí se nos ocurrió sacarnos el sombrero y al atravesar la Puerta del Sol nos apedrearon, insultándonos, como si hubiéramos hecho un descubrimiento como Copérnico o Galileo».Carolina Corvillo: "El sinsombrerismo es una actitud vital, un signo de rebeldía creativa consciente e intuitiva contra la ignorancia y la represión, fantasmas que están presentes en todas las épocas y que van adoptando las formas más inusitadas. La excepción de entonces es ahora la regla. Ya nadie lleva sombrero. En cien años el panorama social ha cambiado drásticamente, pero los fantasmas siguen ahí, entre corderos y lobos que para disfrazarse ya no necesitan más que una cuenta de Twitter. Por eso esperamos, de corazón, que estas figuras femeninas inspiradoras que aquí mostramos puedan impulsarnos a descubrir nuevas maneras de despojarnos del sombrero para, como decía Gómez de la Serna, ir con rumbo bravo por los senderos de la vida".