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El despido individual se considera académicamente un tema clásico situado entre el contrato de trabajo y la organización de empresa. En el espacio mediático y en el debate político, sin embargo, el despido se mide en términos de coste, es decir, del dinero que es preciso para despedir a un trabajador, si es caro o barato. En medio de la crisis económica estos elementos puramente mercantilizadores del valor del trabajo están cada vez más presentes. Este libro, por el contrario, se inscribe en una dirección diferente. Relaciona políticamente el despido con el derecho al trabajo reconocido en la Constitución y reivindica la importancia social, económica y jurídica del trabajo como forma de existencia de la mayoría de la población y como condición de ciudadanía. Desde esta perspectiva el despido aparece como un acto de violencia del poder privado empresarial que tiene que ser regulado y limitado en su potencialidad lesiva del trabajo como status de ciudadanía social. Es una figura que tiene que reconducirse al lenguaje de los derechos sin que por el contrario pueda defenderse su deslizamiento hacia el lenguaje del dinero y de la imposición del poder privado que éste materializa, un lugar en donde sin embargo se obstina en mantenerlo una interpretación jurisprudencial cuyo discurso es mayoritariamente neoliberal y una doctrina que acepta sin apenas contraste estas tendencias. El despido o la violencia del poder privado reflexiona críticamente sobre estos temas desde un narrativismo jurídico «pro-laboralista» que conecta con una tradición del análisis ideológico del derecho y que define un «modo de estar» de los juristas del trabajo en la producción científica sobre esta materia.