Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
La pérdida nos acompaña durante toda la vida. En el proceso de madurar, dejamos atrás creencias y costumbres. Perdemos posesiones y nos vemos obligados a abandonar ideas acerca de nosotros mismos. Y sí, también tenemos que despedirnos de amigos, compañeros de vida y seres queridos. ¿Cómo afrontar el dolor de la pérdida? Don Miguel Ruiz, uno de los líderes espirituales más importantes del mundo actual, aborda en su nuevo libro el misterio más trascendente al que se enfrenta el ser humano: la muerte. Planteado al modo de un taller en cinco sesiones, Sobrevivir al duelo nos enseña a contemplar la pérdida de un ser querido como una importante oportunidad de despertar. Desde esta perspectiva, más que centrarse en la muerte, Don Miguel Ruiz habla de energía y de materia, del aullido imparable de la vida y de nuestro propio poder de creación. Mediante el poder transformador de la conciencia y la atención, podemos renunciar a las narrativas que se nos han impuesto sobre la muerte, desenmascarar los relatos sobre la mente y experimentar la increíble profundidad de nuestra fuerza emocional. La muerte de un ser querido puede parecer una condena. Pero también puede ser nuestra salvación.