Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Incesto y parricidio. Tragedia. La repercusión dramá- tica y violenta de nuestras acciones erróneas o equivocadas. El hombre como víctima de su destino. Y más si ese destino está escrito con letras funestas, como es el caso de Edipo, Rey de Tebas y hombre de —podríamos decir— buenos sentimientos y noble en toda su extensión. Es por eso que el mismo Aristóteles consideraría esta obra teatral como una de las estructuras técnicamente más perfectas de todas las tragedias clásicas, debido a la forma de representar el alma trágica, ese destino incrustado y vestido de negro que tiene el protagonista y del cual es imposible escapar. Para Aristóteles la dirección, encaminada por la acción en la tragedia, sigue un camino inequívoco de ventura hasta que es el propio protagonista, muy posiblemente por ese destino obscuro que se le pega a la piel y no se le desprende, el que comete un error y propicia un desenlace desdichado y catastrófico. Algo ciertamente inevitable. Por lo tanto, podríamos afirmar que para Sófocles los personajes no son, en última instancia, los culpables de las circunstancias e incidentes que le acontecen, pues hay algo mucho más profundo que los encamina a la adversidad más absoluta.