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Reconozcamos nuestra ignorancia: de Cuba sabemos muy poco. Los medios de comunicación nos hablan frecuentemente de disidentes -generalmente los entrevistan a toda página-, de balseros, de las dificultades económicas en que se desenvuelven los cubanos. Pero las voces del pueblo cubano permanecen silenciadas. Apenas sabemos nada de las consecuencias del bloqueo -ni de por qué se mantiene tantas décadas después de que los Estados Unidos lo impusieran-, de sus éxitos en la investigación médica, ni de los esfuerzos solidarios que el pequeño país caribeño lleva a cabo en diversos países del Tercer Mundo. Hemos olvidado que Cuba ha sufrido, en estos casi cincuenta años transcurridos desde la Revolución, centenares de atentados terroristas que han dejado un saldo de tres mil quinientos muertos y dos mil minusválidos. No conocemos realmente en qué consiste el socialismo que dicen practicar, cómo repercute en la vida cotidiana de las personas, si existe o no desempleo, cómo se organiza el campo, la industria... Sabemos, eso sí, que Cuba resiste. Al bloqueo, al terrorismo, a toda clase de campañas mediáticas en su contra, incluso a los ciclones. Y resiste con buen humor, como pueden constatar los millares de turistas que cada año visitan la isla. Por eso, uno puede, en buena lógica, preguntarse: ¿cómo es posible que un país diminuto, situado a sólo 150 kilómetros del que se llama a sí mismo su enemigo -que además es la mayor potencia militar del mundo-, resista todo eso, contra viento y marea, orgulloso, soportando mucho más de lo que cualquier otro país soportaría? ¿Cuáles son las claves de ese comportamiento extraordinario? Esas son, precisamente, algunas de las preguntas que hallan respuesta en este libro. Un libro que ha buscado esas respuestas y las ha encontrado en los bateyes, en los centrales azucareros reestructurados, cerrados o reconvertidos, en los obreros y campesinos, en los universitarios, y también en la propia historia cubana. Una larga historia de lucha por la independencia y contra el colonialismo. Una lucha que todavía continúa.