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¿Quién pesa más en la historia? ¿Un rey, un cardenal, un general o los miles de mujeres y hombres que hacen funcionar la sociedad día a día?¿A quiénes les debemos las libertades y los derechos?¿A los grandes hombres o a las miles de personas anónimas que han luchado por su conquista? Las respuestas no están ni en los ter cios de Flandes ni en los héroes de la patria ni en losdespachos de esos supuestos grandes estadistas. Por eso, los protagonistas de este libro son cuantas mujeres y hombres de a pie se han movilizado para mejorar su vida, para cambiar lo que pensaban que era injusto. Con frecuencia desde posiciones utópicas. Ellos son quienes han empujado la historia, aunque en el camino se comprueba que ni todos han pensadoigual ni se han movido con los mismos intereses y afanes. Por eso surgen los conflictos, protestas y movimientos sociales, sobre todo contra quienes detentanlos privilegios y poderes. Es justo lo que se explica en este libro, no la historia de las clases dirigentes sino la historia de quienes se han resistido a las distintas formas de poder y de quienes han luchado por construir una sociedad mejor. Porque las libertades y derechos se los debemos a muchos miles de personas, no a las figuras de relumbrón. Ahora bien, esas conquistas no son irreversibles. Avanzar en libertad, democracia y justiciapara todos requiere crecientes compromisos de solidaridad. El camino de la historia, por tanto, sigue abierto