Escamoso, hosco, pero, tan cariñoso... Como tercera hija en la colonia agrícola de Meterion, las perspectivas de futuro de Susan no son demasiado prometedoras. Una cara bonita, unas habilidades de primera y el trabajo duro no significan nada si tu dote no incluye tierras fértiles. Cuando se acerca su vigésimo quinto cumpleaños sin que ningún pretendiente se acerque a ella, Susan se verá obligada a abandonar las tierras de su familia para trabajar como sirvienta en la capital. Su única salida es conformarse con un matrimonio concertado a través de la AP, la Agencia Primaria. Pero nunca esperó que la emparejaran con un hombre lagarto malhumorado y macizo y, sobre todo, que no se encariñara tanto con sus escamas y sus formas extravagantes.
Con todo lo que está ocurriendo, lo último que necesita Olix es una pareja que sea especialmente blanda, sin escamas, con formas extrañas y con una obsesión por la agricultura. Él es un cazador, no un excavador de tierras. La Vidente debió equivocarse cuando insistió en que, por el bien del pueblo, tomara una pareja de las estrellas. ¿Cómo puede una cosa tan insignificante ser su salvación? Y, sin embargo, la dulzura de su Susan es inquietantemente adictiva, al tiempo que esconde una sorprendente resistencia.
Con sus tierras ancestrales en juego y el futuro de los clanes amenazado, ¿podrá esta pequeña mujer cambiar su destino?