¡Ahora en nueva reimpresión de Amazon la SEXTA EDICIÓN completa e ilustrada por el autor del libro CAMINO A ORIENTE!"La felicidad es un estado natural de armonía en el mundo, no es un concepto de la mente humana, por eso los seres con supuesta menor inteligencia, lo animales, lo logran desde su nacimiento, mientras los hombres pueden morir y nacer mil veces sin sentirla. Su mente los traiciona y los confunde. Creen que la felicidad es una explosión anímica, placer, emoción positiva al alcanzar las metas impuestas por su sociedad, por otros humanos o por sí mismos. Se engañan pensando que el poseer dinero, salud, admiración, reconocimiento, poder o determinados bienes les dará felicidad. Se dicen a sí mismos: el día en que acumule tal cantidad de dinero seré feliz, el día en que tenga una casa como la he soñado seré feliz, el día en que me pueda retirar a vivir de una renta seré feliz, el día en que obtenga el auto que me gusta seré feliz, el día en que me cure de esta enfermedad seré feliz... Y ese día tal vez llegue o no. Si así sucede, tendrán una emoción jubilosa o una alegría que durará relativamente poco, pues al tiempo se cansarán o se olvidarán de lo anhelado y el objeto de su deseo para ser felices cambiará. Pero si nunca llega ese día serán infelices porque así se han programado. Los hombres se aferran a una idea de felicidad que proviene de un concepto errado, lo llaman éxito. El éxito no existe. Las metas no existen. Las posesiones no existen. La seguridad no existe... Todo es basura creada por la mente de los hombres. ¿Qué es el éxito para un colibrí? No sabe qué es el éxito y sin embargo siempre encuentra su alimento, el más delicioso manjar en el polen de las flores y el feliz. ¿Qué metas se traza una ballena? Ningún ser es de mayor tamaño que ella y vive sin metas, sin afanes, sin ambiciones, es feliz. ¿Qué bienes materiales posee el león? Ninguno, no obstante se le considera el rey de la selva y vive feliz. ¿Acaso existen las fronteras para las águilas, los halcones y los cóndores? Ciertamente no, y son felices. ¿Sabe una delicada flor que será cortada o pisoteada o que vivirá poco? No y pese a eso florece. La mente de los hombres es la que ha creado una serie de conceptos que sólo les hacen la vida miserable. Y desgraciadamente mientras más avanza su civilización más difícil se les hace vivir. ¡Creen poder encontrar el paraíso en la Tierra, uno que han diseñado con su mente! El éxito del hombre moderno no se mide igual que en la antigüedad. ¿O el habitante de una milenaria tribu centroamericana mediría su felicidad igual al ciudadano de hoy? ¿Las comodidades por las que tanto lucha el hombre contemporáneo lo harán más feliz que a un antiguo maya? Mientras más evoluciona la mente humana más perfecciona los conceptos creados por ella y por lo tanto menos asequibles los hace al común de la gente. Consecuencia: más infelicidad, más insatisfacción, más envidia, más y más pensamientos negativos. Y del pensamiento al acto sólo media la decisión. Aparecen así el robo, el homicidio, la guerra, el adulterio, la codicia, el desorden y la destrucción. La desdicha del hombre crece en proporción a como lo hace su inteligencia, que no es otra cosa sino el engrandecimiento de su ego a través de su mente primitiva. Pero no debe afligirse el humano pues aún está a tiempo, siempre lo estará, de corregir su sendero, para ser feliz toda su vida aquí en la Tierra y ahora. Para alcanzar la dicha primero debe alcanzar tres cosas, sentirlas con su corazón. Tres que son una y una que son tres..."
(Del capítulo LA FELICIDAD)