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Es probable que nadie lo haya dicho todavía, pero Aquiles Vargas, fantasma (Premio Siboney de novela de 1986) fue uno de los textos que marcaron el inicio de la narrativa posmoderna en la República Dominicana. Cuenta la historia de un aspirante a escritor, desde la época en que frecuentaba el mundillo bohemio de artistas y poetas hasta un hipotético momento en que ya todos ellos habían pasado a ocupar su respectivo lugar en el engranaje de un sistema tan evanescente y disoluto que parecía calcado de alguna de sus peores pesadillas de juventud. Al mismo tiempo, Aquiles Vargas, fantasma nos ofrece un retablo a grandes rasgos, esbozado desde la perspectiva de un grupo de jóvenes artistas y escritores, del ambiente social y cultural de la capital de la República Dominicana en el período inmediatamente posterior al final de los doce años de gobierno del Dr. Joaquín Balaguer: toda la frustración acumulada, el rancio desencanto y las impostergables ganas de cambiarlo todo que proyectan esos personajes forman parte de la memoria de una época a la que muy pocos quisieran recordar en el período contemporáneo.Narrada en un vertiginoso juego de fragmentos, Aquiles Vargas, fantasma encierra muchas de las claves del universo narrativo de Manuel García Cartagena