Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Estas tres regiones fueron durante mucho tiempo un puente entre Oriente y Occidente. Acogieron a griegos, romanos, bizantinos, normandos, angevinos y borbones, quienes dejaron tras de sí tesoros arquitectónicos como castillos, iglesias, catedrales y capillas excavadas en la roca. Las excavaciones han sacado a la luz algunos de estos tesoros, así como muchas otras riquezas desde la era paleolítica, que han enriquecido las colecciones de museos y parques arqueológicos.Así, esta increíble fusión de influencias y creencias ha dejado vestigios importantes y variados en las tres regiones. El sur de Italia es, sin duda, un trío encantador que combina mar o montaña, gastronomía y sentido de la hospitalidad. Aquí, la naturaleza y el litoral embellecen el paisaje y enriquecen la mesa. El mar, fuente inagotable de alimento y hogar del pez espada y el bacalao (entre otros), sustenta a muchos habitantes y extiende sus aguas cristalinas en el sur de Apulia y a lo largo de la costa tirrena. Sus olas acarician delicadamente las ruinas romanas, los pequeños pueblos de pescadores y los grandes complejos hoteleros. A la civilización mediterránea se superpone la de tierra firme, con sus valores rurales tradicionales. El interior de estas tres regiones no deja de impresionar al visitante. Parques nacionales, pueblos medievales en la llanura apuliana, aldeas de Basilicata aferradas a la roca, sitios bizantinos perdidos en las montañas de Calabria? El paisaje más inesperado es aquel que se descubre alejándose de la costa, donde abundan las granjas fortificadas, los santuarios de montaña y las ruinas de antiguos castillos.